El palacio más grandioso y espectacular de Francia, Versalles, nació como un pabellón de caza del rey Luís XIII, en 1623, y fue durante el reinado de su hijo Luís XIV, conocido como el Rey Sol, cuando fue ampliándose con palacetes y jardines hasta llegar a convertirse en un sueño de reyes que maravilló al mundo por la espectacularidad y belleza de sus construcciones, jardines, fuentes y arboledas. El pasado 18 de febrero Versalles cumplía sus primeros 400 años y sigue siendo una de las grandes maravillas del mundo.
Si al Rey Sol se le conoce por Versalles, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, – nada monárquica, por cierto- quiere dejar su impronta al menos en un gran proyecto que la recuerde cuando deje la alcaldía después de las elecciones del próximo mes de mayo. Será su gran obra, que la mayoría de barceloneses no van a olvidar: la implementación de “supermanzanas”, la reducción de carriles para vehículo dando prioridad a los “nuevos” transportes no contaminantes – sí entorpecedores -: el carril bici, los patinetes eléctricos,…Este es su gran Versalles. No se le conocen otros logros, más bien lo contrario: la degradación de Barcelona.
Con obras constantes en las calles, la capital catalana se ha convertido en una urbe intransitable, llena de obstáculos que sí perjudican a todos. Hay un colectivo que especialmente está sufriendo de manera más directa los efectos de las mismas: los discapacitados. ¿La alcaldesa y su equipo de gobierno de Los comunes piensan en ellos? A la vista está que no.
En Catalunya hay casi 600.000 personas con discapacidad, de las cuales unas 265.609 residen en el Área Metropolitana, es decir casi el 50%. De ellas 137.832 en Barcelona ciudad. Cualquier persona puede comprobar cómo las obras que se están realizando no están señalizadas para buena parte del colectivo: las personas ciegas o deficientes visuales o las de movilidad reducida. En más de una ocasión, las personas ciegas que estaban acostumbradas a valerse por si mismas, ahora tienen que ir acompañas si no quieren sufrir algún accidente. Las que van en sillas de ruedas, tres cuartos de lo mismo: han de buscar alternativas para llegar a su lugar de destino ¿Pasar por en medio de las obras sin sufrir un percance? Es más que posible que no sea así.
Con los nuevos pavimentos del suelo se han olvidado de poner bandas o cualquier tipo de material o señalización para que los ciegos puedan orientarse. ¿Tan difícil es tenerlo en cuenta? Para el ayuntamiento sí, porque no lo aplica.
Fuente : Galicia Press