Uruguay imprimirá un centenar de ejemplares de su Constitución en braille como un “primer paso” hacia un país más accesible para las personas con discapacidad visual, quienes consideran “fundamental” este formato para una asimilación “sólida” que las nuevas tecnologías no garantizan.
Dar a conocer a la población uruguaya sus derechos y obligaciones mediante un fácil acceso a la normativa es el cometido central de la Dirección Nacional de Impresiones y Publicaciones Oficiales (IMPO) del país.
Aunque, en línea con ello, IMPO cuenta desde 1997 con una página web en la que se puede acceder a las normas y los avisos oficiales, como destaca a EFE su director, Fernando Abellá, en 2020 la actual gestión se comprometió a avanzar para que el acceso fuera “verdaderamente inclusivo”.
UN PRIMER PASO
Es así que el organismo, que comenzó a pasar sus libros al formato audiolibro, y conformó una comisión asesora integrada por personas con discapacidad, decidió explorar el formato braille y, para ello, acercarse a la Fundación Braille del Uruguay (FBU), que desde 1978 produce materiales adaptados para personas ciegas y con baja visión.
Como señala la presidenta de la FBU, Carla Trivelli, la mención de un antecedente en el que la Fundación había impreso la Constitución uruguaya en braille motivó la alianza para producir 100 ejemplares.
A lo que acota que la Constitución, en su última versión de 1967, tiene “pocas hojas” en la versión convencional que en braille aumentan en volumen por el grosor del papel y conllevan que cada ejemplar vaya en seis tomos, Abellá resalta que será clave la distribución que se hará, para bibliotecas y centros educativos de todo el país.
A su vez, recalca que esto supone un puntapié para hacerlo con más textos legales.
“La Constitución es el primer paso. Obviamente es necesario seguir avanzando, crear otros productos. También queremos trabajar el tema de (pasar a braille materiales de) Lenguaje Ciudadano, un programa que tiene IMPO en el que el los tecnicismos jurídicos de las normas los pasamos a una forma de fácil entendimiento”, subraya.
En la misma línea se expresa Trivelli, quien apunta que la iniciativa es “muy buena” pero que hay “muchísimo por hacer” en este terreno.
“En el ámbito de la discapacidad visual hay muchos estudiantes de derecho y de psicología y siempre es necesario (en braille). Muchas veces se hizo material a demanda, algún repartido, pero no es lo más bueno porque en realidad (…) si querés ampliar un conocimiento está bueno que puedas ir a otra parte del libro, verlo, reverlo”, explica.
LA IMPORTANCIA DEL BRAILLE
Ideado en 1825 por el pedagogo francés Louis Braille, de cuyo apellido toma su nombre, el braille o cecografía es definido por el Diccionario de la lengua española como “un sistema de escritura para ciegos que consiste en signos dibujados en relieve para poder leer con los dedos”.
Si bien, dice Trivelli, las nuevas tecnologías abren una ventana “impresionante” de posibilidades para las personas ciegas por la posibilidad de escuchar los textos mediante, por ejemplo, lectores de pantalla, el braille no es una mera alternativa, pues tiene una importancia mayor en los procesos de aprendizaje.
“Tener un grafema, que en el caso del braille es el carácter braille y en la lectura convencional la letra, y relacionar estos dos aspectos (lectura y escritura) hace que la asimilación de la información sea mucho más profunda y sólida que si lo escucháramos”, indica.
Quien asegura que a raíz de esto cada vez que la FBU consigue financiamiento busca destinarlo a los niños, porque “el niño tiene que aprender a leer y escribir, a conocer los caracteres y unirlos para formar palabras y ese es el pilar de su educación”, remarca así lo esencial que es contar con publicaciones en braille.
“Hay cosas que necesitamos escribirlas y leerlas, para aprender ortografía, un idioma extranjero, ni que hablar hacer cálculos matemáticos, químicos, físicos. Todo lo que tiene que ver con las ciencias duras es imposible hacerlo en una computadora o en un teléfono”, subraya.
Por último, la uruguaya redondea con un llamado a públicos y privados que quieran “dar una mano” pues, acota, será “en beneficio de toda la sociedad”.
Fuente: Swissinfo