Las cuentas del sector público brasileño registraron un déficit primario de 20.400 millones de reales (unos 4.300 millones de dólares) en el primer semestre del año, equivalente al 0,39 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), informó hoy viernes el Banco Central de Brasil.
En los seis primeros meses de 2022, las cuentas públicas tuvieron un superávit de 129.900 millones de reales (unos 27.490 millones de dólares) o el 2,7 por ciento del PIB brasileño.
El saldo negativo tenido en el primer semestre del año representa el peor resultado para el período desde 2020.
Los números se refieren al desempeño fiscal del gobierno central, los estados, los municipios y las empresas estatales, excluidos bancos y la petrolera Petrobras, sin contar el pago de intereses de deuda.
En junio de este año, las cuentas públicas tuvieron un resultado negativo de 48.900 millones de reales (unos 10.350 millones de dólares), frente a un saldo positivo de 14.400 millones de reales (unos 3.050 millones de dólares) en el mismo mes del año pasado.
El aumento del déficit de las cuentas públicas en el primer semestre está relacionado sobre todo con el aumento de los gastos autorizados para que el gobierno retome las políticas sociales.
Para intentar evitar un mayor deterioro fiscal, el equipo económico del gobierno brasileño ha trabajado sobre todo en obtener una mayor recaudación.
Entre las medidas adoptadas está el aumento de los impuestos a los combustibles, al tiempo que el Congreso aprobó nuevas normas sobre tributación del comercio exterior.
El gobierno también indicó que propondrá gravar los fondos exclusivos de personas multimillonarias y acabar con el mecanismo de intereses sobre el capital propio en el mercado de valores.
El mes pasado, el gobierno envió al Congreso un nuevo marco fiscal, es decir, normas propuestas para las cuentas públicas en sustitución del techo de gastos vigente desde 2016.
La propuesta ya ha sido aprobada en primera instancia por la Cámara de Diputados y el Senado, pero aguarda un análisis más detallado por parte de los legisladores para tener validez, cuando el objetivo es volver a tener superávit fiscal primario a partir de 2024.
En junio de este año, la deuda pública bruta de Brasil, es decir, que no toma en cuenta activos como las reservas internacionales, se mantuvo estable con relación a mayo, al permanecer en 73,6 por ciento del PIB, equivalente a 7,590 billones de reales (unos 1,61 billones de dólares).
Fuente: Xinhua Espanol
