El hidrógeno verde, considerado la energía sostenible del futuro, puede impulsar la industria brasileña de fertilizantes, imprescindibles para el agronegocio, y contribuir a reducir la dependencia del país de las importaciones, consideraron expertos consultados por Xinhua.
El hidrógeno puede generar amoníaco, base para la producción de fertilizantes nitrogenados, pero a día de hoy sigue siendo hidrógeno de origen fósil, obtenido a partir de gas natural, lo que resulta caro y contaminante.
“Hoy Brasil sólo produce fertilizantes nitrogenados con gas natural, que es muy caro en el país. A veces pagamos cuatro veces más de lo que sería ideal para que los proyectos de nitrógeno fueran viables en el país. Este es el principal obstáculo”, comentó Maurício Lopes, investigador de la estatal Embrapa Agroenergia.
Con el hidrógeno verde, explicó, se obtendría amoníaco también verde, lo que favorecería la industria de fertilizantes y reduciría en gran medida las emisiones contaminantes de cara a la descarbonización del país.
“Un área pequeña es capaz de producir los fertilizantes necesarios para satisfacer la demanda interna y también exportar a los países vecinos”, dijo Lopes, y recordó que algunas iniciativas centradas en esta producción ya están en marcha en el país.
El hidrógeno verde se obtiene mediante el proceso de electrólisis del agua, en el que el hidrógeno y el oxígeno se separan utilizando electricidad de fuentes consideradas limpias, como la solar y la eólica.
Según remarcó a Xinhua Natasha Batista, miembro del Laboratorio de Energías Alternativas de la Universidad Federal de Ceará, el hidrógeno verde ha sido reconocido en el mercado mundial por sus numerosos usos potenciales, que incluyen, por ejemplo, su utilización como combustible generado a partir de fuentes de energía renovables.
Varios estudios internacionales han señalado a Brasil como uno de los países con más potencial para producirlo debido a sus condiciones geográficas, especialmente en la región del nordeste, con una fuerte incidencia solar y eólica.
Los principales obstáculos apuntados son las dificultades logísticas relacionadas con el transporte, el almacenamiento y los elevados costos de producción, así como el establecimiento de una legislación para el nuevo mercado, que ya está analizándose en el Congreso.
Fuente: Xinhua