El Banco Central de Chile mantendrá en los próximos meses su estrategia de política monetaria, marcada por seguir reduciendo las tasas de interés ante un escenario macroeconómico que evoluciona en torno a lo previsto, pero actuará “con prudencia” tal y como ha hecho en su última reunión, en caso de que se materialice la posibilidad de enfrentar tensiones financieras de corto plazo.
Esta es la principal conclusión que se desprende del acta del banco central correspondiente a la última reunión de política monetaria, celebrada el pasado 26 de octubre, en la que se recortaron las tasas en 50 puntos básicos, hasta el 9%.
En esta ocasión, la cifra ha sido menor a la de las dos reuniones anteriores, lo que la entidad ha achacado al grado adicional de prudencia que requiere la ocasión para atender a posibles riesgos de volatilidad financiera.
No obstante, ante la duda de la cifra que se aplicará de recorte en la próxima reunión, los consejeros del banco han señalado que el momento es “complejo” para evaluar el balance de estos impactos, precisamente porque estaban en desarrollo, por lo que han reiterado que se tomará en cuenta la evolución del escenario macroeconómico para acordar la magnitud y temporalidad del proceso de reducción de la tasa.
“El consejo consideró que era fundamental tener mayor claridad sobre la evolución de los desarrollos macrofinancieros recientes, profundizar en los factores subyacentes de la inflación y su persistencia, así como en su posible impacto contractivo”, se recoge en el acta del banco.
En consecuencia, ante una inflación que aún no ha completado su proceso de convergencia, la entidad ha valorado como “aconsejable” una velocidad menor de recorte de las tasas, en 50 puntos básicos, a la espera de la evolución futura del escenario.
Con la caída más rápida de lo esperado de la tasa subyacente, tal y como destaca el organismo, se podría retomar el ritmo de 75 puntos básicos en la próxima reunión de política monetaria.
Fuente: America Economia